Obra de Lizbeth Aedo Castillo

Desde pequeña tuve mucho tiempo para hacer dibujos en los cerros,
disfrutando de la naturaleza, gozaba mis días desvariando sueños en
mi mente infantil. La imaginación era una gran aliada en los andares
traviesos dentro de un jardín extenso y privilegiado, mío no era, sin
embargo, mío lo he sentido por siempre.
La imaginación de los niños se expande ilimitadamente ya que aún no
están bombardeados por creencias sociales, paradigmas insulsos,
inclusive, por inquisiciones familiares.! ¡Su imaginación es libre de virus
¡Esa gran capacidad de imaginación asociada a la inherente seguridad
infantil, aún sin intervencionismo, dice que, efectivamente, existen
tantas combinaciones posibles para realizar nuestros proyectos,
anhelos o bien sueños, en consecuencia, configurar, efectivamente, la
expectativa de una nueva realidad posible y tangible es absolutamente
afirmativa, siempre y cuando te lo propongas, perseverando en tu
propósito: “reestructurar tus emociones y tus pensamientos”.

LA AUTORA


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